Este Domingo 14 de Diciembre, nos queremos despedir de este 2014 con un Quinteto excepcional, donde disfrutaremos del flamenco desde la raíz, el compás, desde el sentimiento de una bulería, o de una trilla, o de una soleá.
Carlos Villoslada,(saxo tenor, fautista y compositor) acompañado por Juan Galiardo (Teclados), Raúl Galvez (Cante), Miguel Peñalver (Contrabajo) y Dani Domínguez (Batería), interpretarán los temas de "Tabanqueando en la Plaza Niña". Un disco dedicado a la Plaza Niña, inspirado en los Tabancos de su ciudad natal, Huelva.
Con la riqueza armónica y melódica del jazz, este quinteto evocará la magia de aquellos lugares con duende, donde sonaban las voces de cantaores como Paco Toronjo, la cual influyó considerablemente en la composición de estos temas, impregnándolos de esa atmósfera melodramática, afirma Carlos.
LA
MÚSICA RENOVADORA DE CARLOS VILLOSLADA por Faustino Núñez
La música afroamericana se encuentra muy cercana al espíritu que inspira a los
flamencos. Esto es un hecho y cada día está más consolidado. Acercarse al
flamenco desde el jazz o desde ahí al flamenco ha tenido ocupados a destacados
músicos desde hace varias décadas. Esta visto (y oído) que no solo es factible,
sino que se obtienen cada día mejores resultados. Y un excelente ejemplo es
este disco del onubense Carlos Villoslada. La tarea no es sencilla, no se trata
de meter por bulerías un clásico del jazz, sino lograr expresarse en un
lenguaje renovado mixturando ambas músicas, diluyendo cante y compás en una
expresión muy personal con la que obtiene nuevos timbres a través de una cuidada
labor de instrumentación.
Villoslada consigue, sobre una base instrumental formateada en clave de jazz,
una sugerente alquimia que le permite conducir su discurso con la naturalidad
que precisa toda música de calidad. El compás de doce tiempos de soleares,
seguiriyas, bulerías y cantiñas se deja insertar a la perfección dentro del
aroma rítmico del jazz, mientras el tango de Cádiz refuerza el relato en clave
actual. Nuevas propuestas que logran consolidar un proyecto como éste.
La percusión, a cargo del gran bahiano Rubem Dantas, aporta, marca de la casa,
un colorido de enorme variedad y, cómo no, una rítmica demoledora. El cante de
Raúl Gálvez logra con soltura sumergirse en los aromas del jazz y la canción
para, sin perder el acento gaditano y flamenco, realizar, además de cantes de
corte más clásico, un diseño melódico con el que consigue abrir senderos
escasamente explorados para el cante. El piano de Juan Galiardo, maduro
pianista de jazz, arropa el discurso del solista dando sobradas muestras del
conocimiento que posee también de los recursos del piano más flamenco. Así
mismo la batería de Dani Domínguez se integra a la perfección en la propuesta
de Villoslada, como ocurre con Antonio Corrales en el contrabajo.
Dedicado a la Plaza Niña de Huelva y los tabancos cercanos donde se cantan y
escuchan los mejores estilos que da la tierra, disfrutamos con la música de
Carlos Villoslada a través de números donde desarrolla con esmero sus ideas,
impregnado, según confiesa el propio autor e intérprete, de la atmósfera
melodramática que le inspira el gran cantaor alosnero Paco Toronjo, figura
máxima de los fandangos de la provincia más occidental de Andalucía. Todo el
disco está impregnado de una rítmica muy sutil, donde la dinámica adquiere un
rol fundamental, el cuidado con el que se trata la intensidad del sonido, la inteligencia con la que ha sido concebido el
disco en su totalidad son en definitiva buena muestra de que estamos ante una
obra impactante y profundamente renovadora.
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